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Fragrance Passion

SEX AND THE SEA - FRANCESCA BIANCHI

SEX AND THE SEA - FRANCESCA BIANCHI

Precio habitual $97.00 USD
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SEX AND THE SEA - FRANCESCA BIANCHI

Extracto de perfume

Accords : Oriental, empolvado, afrutado, animal
Mood : increíblemente seductor, original, travieso

Este perfume representa la memoria de un encuentro sensual junto al mar. Lejos de ser un perfume fresco y ozónico, inofensivo, es una mezcla apasionada y salvaje de piel sobrecalentada, loción solar de coco, salinidad del mar y la arena, sugiriendo la atmósfera de un rendez-vous voluptuoso detrás de las dunas. Notas: mimosa, piña, coco, inmortal, rosa, iris, sándalo, mirra, labdanum, benjuí, ámbar gris, civeta, vainilla.

Este es un extrait de parfum, así que úsalo con moderación ya que la concentración es del 25%. Tiene una gran longevidad (un promedio de 12h)

Una historia personal, fuera de registro, sobre Sexo y el Mar

El sexo detrás de las dunas... un sueño sexy para adultos, pero en realidad esta fragancia tiene una génesis ligeramente diferente.

Durante mi infancia y adolescencia solía pasar mucho tiempo en la playa. Uno de los recuerdos más fuertes de esa época es el olor de mi piel, que me gustaba oler como un adicto. Eventualmente, mis padres vendieron la casa en la playa, y la universidad, el trabajo, los novios, etc. me alejaron de ese recuerdo. Hace cinco años me mudé a los Países Bajos y olvidé el olor de mi piel sudorosa y salada.

A veces, me encontré con una crema facial de L’Occitane que contenía Inmortal. El olor de esa planta en realidad no era tan penetrante en la crema, sin embargo, estaba sacando fuertemente de mi cabeza el recuerdo de mi infancia sobre mi piel.

Confieso que había descuidado totalmente el aceite esencial de Helicriso que estaba en mi estante. Pero ahora lo olfateé de nuevo, con una nueva nariz. Trabajé en un acorde especial de ámbar, diría — uno humano. Una tintura de civeta reforzó esta atmósfera íntima, mientras que una molécula especial de ámbar gris añadió el toque mineral-salado.

Así que este fue el punto de partida: una piel quemada por el sol, sudorosa y salada — uno de los recuerdos más cómodos y probablemente extraños que tengo en mi corazón.

Mientras trabajaba en esta idea central, inevitablemente surgieron otras ideas de mente sucia, y añadí a esta idea extraña pero inocente una fantasía más sensual, pecaminosa y decadente de una piel remota, tropical, cremosa y pegajosa después de un acto sexual.