PORTHOLE - LOUMARI

En inmersión, la decoración es otra. Se entra en ella como se zambulle uno en el mundo de los sueños, los equilibrios son diferentes. El cuerpo se siente envuelto, abrazado de cerca por el líquido cristalino, cuyo azul intenso filtra la luz y cuya singular densidad ofrece al ruido un eco sordo y ondas casi palpables. La experiencia es asombrosa, las sensaciones son sobrecogedoras. En la atracción de la profundidad, uno se abandona, casi se olvida. Pero dado que la evolución es en apnea, se trata de disfrutarla. El instinto te guía hacia arriba, es innato. Después de la evanescencia, hay un regreso a la superficie, como un renacimiento, entonces se vive una virginidad recuperada, la de los sentidos. Esta bocanada de aire es tan vivificante, la sensación del aire marino y del sol ardiente sobre la piel es tan tonificante. El instante es placentero, explosivo. Deja que PORTHOLE te ofrezca esta evasión, este paroxismo olfativo. PORTHOLE es un perfume lleno de color, sus notas yodadas te harán zarpar y sentir el rocío de las olas. El exotismo está presente, que se encuentra en las fragancias afrutadas y ácidas de la piña y de una fruta llamada pasión. Decididamente veraniego, soleado, cálido, PORTHOLE es finalmente suave y goloso, con notas caramelizadas. Está ahí, justo al otro lado de la ventanilla.