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CHIUDI GLI OCCHI E POI VEDI - FILIPPO SORCINELLI

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Precio habitual $219.00 USD
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CHIUDI GLI OCCHI E POI VEDI - FILIPPO SORCINELLI

¡Qué feria de luces es la vida!
Luces que me hacen cerrar los ojos.
Demasiado difíciles de soportar.
Si cierro los ojos, siento una sombra de sonrisa,
tiemblo y mi corazón se acelera.

La vida se distrae.
¡Qué imagen de soledad blanca!
Qué máscara de lágrimas y olores divertidos.
Somos pupilas fijas y dilatadas que sonríen sin fervor.
Tristeza.

Tememos lo que no podemos identificar,
aunque sea algo familiar.
Nos angustiamos por no reconocer
la danza de un rostro antiguo.

Tristeza del tiempo y de la historia. Bailar, jugar, engañar.
Una sonrisa amistosa, una nota discordante. Un eco lejano de barro y tripas.

Cierra los ojos porque en la oscuridad puedes ver, tus pensamientos se acercan y profundizan.
Y ese rostro que deforma el mío ha vuelto. Recuerdos.
No todo es lo que parece.

Cierra los ojos ahora,
máscara aterradora,
alma perdida,
comes la paz en lugar de buscarla.
Corazón tembloroso de un hombre perdido.
Quiere que el coraje corra a su alrededor sin significado.

Las apariencias engañan.


El miedo a los payasos, también llamado coulrofobia, es una fobia relativamente común y a menudo mal entendida.
Este miedo puede manifestarse en distintos grados de intensidad, desde una ligera incomodidad hasta un terror paralizante, y estaría profundamente arraigado en la psique humana.

La figura del payaso está históricamente asociada al placer y al entretenimiento, remontándose a los bufones medievales y a los arlequines de la comedia del arte. Sin embargo, su apariencia grotesca, con su maquillaje exagerado que deforma los rasgos del rostro, puede crear una sensación de ambigüedad e incertidumbre. Esta distorsión puede llevar a las personas a percibir a los payasos como personajes inquietantes, ya que su apariencia no corresponde con los comportamientos humanos habituales.

La psicología sugiere que el miedo a los payasos podría provenir de la dificultad para leer las verdaderas emociones detrás de un maquillaje demasiado cargado. Generalmente tendemos a descifrar las expresiones faciales para entender las intenciones del otro. Cuando esta capacidad se ve comprometida, como ocurre con los payasos, puede generar
ansiedad y miedo. El comportamiento a menudo impredecible de los payasos puede contribuir a una sensación de malestar.

La cultura popular ha amplificado el miedo a estos personajes mediante representaciones negativas y aterradoras. Un ejemplo emblemático es el personaje de Pennywise, el payaso malvado de
la novela «It» de Stephen King, que ha aterrorizado a generaciones de lectores y espectadores y que es la inspiración del decimotercer perfume de la colección UNUM.

La coulrofobia, ahora también desarrollada en olfacción con Filippo Sorcinelli, es una especie de culminación de una investigación sobre el sentido profundo del miedo, iniciada con el perfume «but not today» en 2018 y continuada el año pasado con «né il giorno né l'ora». Puede tener un impacto significativo en la vida diaria de las personas que la padecen. Situaciones comunes, como los cumpleaños infantiles o los espectáculos de circo, pueden convertirse en fuente de estrés y ansiedad. En casos extremos, la simple vista de un payaso puede desencadenar una reacción de pánico.

La ambigüedad, verdadero lago de pensamientos, los movimientos torpes, cubiertos de arte, proyectan nuestra angustia, afinan nuestros rostros y describen la maldad.

Pero el arte auténtico interviene sobre la maldad superficial como interviene sobre el alma. Solo él produce ese cortocircuito capaz de deshacer lo que induce lo negativo de la maldad. El arte describe, sin limitar ni exagerar la negatividad. La describe porque exponerla permite que la cuestión de la Belleza prevalezca, incluso en situaciones negativas. Alguien debe ser malo, pero solo el otro puede circunscribir sus límites en el camino de la soledad.

Y entonces, solo entonces, el centro del mal se convertirá en una construcción social.